CAT S42: Un teléfono forjado por los enanos

Fernando Nieto | 11 diciembre, 2020 | 0 comentarios

Desde que los móviles pasaron a ser valiosos objetos de coleccionista, frágiles y níveos a los ojos de los humanos y, lo que es peor, a las manos de los humanos; una idea ronda mi cabeza: ¿Qué pasaría si no tuviese que preocuparme porque mi smartphone se cayese levemente de la altura de una hamaca y no se rompiese, evitando así que la reparación me costase algún ciento que otro?

Y entonces llegó la respuesta: los móviles rugerizados, una suerte de objetos tallados por las más rudas manos de los más rudos reinos de la tecnología; unos artilugios que parece que hubieran sido creados en las profundidades rocosas de las más vastas montañas a manos de los valientes Enanos.

Igual me he excedido, pero es que la ambrosía de tirar con saña tu terminal al suelo y que al recuperarlo te sientas como un semidiós recogiendo un pañuelo intacto caído de su bolsillo, no tiene comparación.

También disfruta uno de los móviles modernos, con esos materiales premium y esas suaves superficies; pero tú me entiendes, no todo tiene que parecer ser creado por Elfos de Rivendel.

El cacharro

Bien, dejando atrás esa extraña fiebre por los mundos de Tolkien, vamos a ver cómo es el cacharro: este CAT S42 se presenta ante nosotros con una pantalla protegida por Corning Gorilla Glass 5, bastante brillante incluso a la luz del sol y suficientemente nítida, con una resolución de 1440 x 720, más que suficiente para no notar los píxeles si no te acercas mucho.

Lo que rodea a la pantalla de este CAT S42 es un tremendo cuerpo de goma TPU, antideslizante y, según nos dicen, resistente al desgaste. Su aspecto es rudo, bravo, con unas esquinas aún más reforzadas a sabiendas de que por ahí vienen muchos de los problemas.

La distancia entre la pantalla y el cuerpo del móvil es amplia, nada de pantallas infinitas ajustadas al margen: aquí todo está pensado para huir del servicio técnico por rotura. Una cámara de 13 MP con apertura f/2.0 asoma por la parte trasera y una frontal de 5 MP se deja ver en el frontal. Ambas, con una calidad más que suficiente con buena luz aunque no esperéis grandes resultados si la luz empieza a desfallecer.

CAT S42: Un teléfono forjado por los enanos

Alrededor de ese armazón de goma (bastante agradable al tacto), nos encontramos con: puerto USB C en el inferior, ranura para tarjeta SIM y memoria microSD, un puerto jack de 3,5 mm resistente al agua, un botón programable en su lado izquierdo y tres botones en su lado derecho: subir/bajar volumen y botón de encendido.

En su interior, muy dentro de esos refuerzos gomosos, está lo que lo mueve todo: un procesador Mediatek Helio A20 MT 6761D de cuatro núcleos a 1,8 GHz, una memoria RAM de 3GB y una, muy capaz, batería de 4200 mAh con carga rápida. Todo ello gestionado por Android 10 con una leve capa y algunas apps propietarias de CAT preinstaladas*.

*Entre estas apps de CAT se encuentran algunas que harán las delicias de los equipos de trabajo que tengan móviles de la marca, ya que sirven para trabajo en equipo, como por ejemplo una suerte de walkie-talkie interno que no pude probar pero que tiene muy buena pinta.

No es por su interior

Está feo, pero es que no es su interior lo que decanta la balanza. El dispositivo se mueve con bastante soltura en tareas básicas, apertura y cierre de apps y multimedia. Pero no os va a sorprender para muy bien, ni va a ser un aspecto determinante, más bien es un móvil -en este aspecto- normal tirando a gama baja. Pero es que su exterior, es mucho exterior.

A pesar de que la gama de CAT en móviles rugerizados es amplia y hay verdaderos monstruos en cuanto a características internas, este modelo en concreto no lo vas a comprar porque Android vaya finísimo y puedas jugar con soltura al último juego de la Play Store: lo vas a comprar porque es muy resistente y barato. Lo suficiente como para dotar a una plantilla de cinco trabajadores por lo que cuesta el último iPhone.

Y es resistente. Teniendo en cuenta el resto de modelos que van por encima de este en la gama CAT, este S42 sorprende lo suficiente como para que cualquier persona que trabaje en un sector que requiera de terminales rudos y que no se rompan a la mínima, quiera comprarlo sin gastar muchos cientos.

Aguante, CAT, aguante

Está bien, yo no lo he podido probar en un viñedo, o en una obra, o en lo alto de un andamio, pero he procurado ser profundamente descuidado con él y cumple lo que promete. Se ha caído sobre distintos tipos de suelo (bueno, vale, lo he tirado yo con no poca saña), se ha sumergido en agua durante algunos minutos, se ha sometido al chorro de un grifo por todos lados, se ha rebozado en pienso para perros (que eso te deja las manos guarrísimas y deja grasilla y como arenilla) y oye, tan pancho.

CAT S42: Un teléfono forjado por los enanos

Lo que también aguanta bastante bien es su batería. Sin duda influenciado por la escasa (pero suficiente) resolución del panel y por un hardware poco exigente. Llegas al día y más sin problemas.

Si mi trabajo estuviese relacionado con un sector de ensuciarse las manos o de entornos difíciles (incluidos los húmedos), no lo dudaría: me decantaría por este CAT para no tener que preocuparme si lo agarro con las manos llenas de arena, si se me cae del tractor o si le doy un golpe con un foco mientras monto el escenario.

Como aspecto curioso, hay que destacar que el CAT S42 es el primer dispositivo móvil del planeta que puede calificarse cómo totalmente antibacteriano. Cada uno de los componentes externos que incorpora se han tratado con la tecnología antimicrobiana Biomaster. Se le ha podido atribuir dicho título después de efectuarse varias pruebas según la norma ISo 22196. En su fabricación se le ha dotado de iones de plata, para alejar en todo momento el crecimiento de microbios en la superficie del dispositivo móvil y reducir los niveles microbianos. En tiempos de coronavirus, esto es un plus muy interesante.