CSR Racing: carreras ilegales, tuning y pagos in-app

Si hace unos días te contábamos como era Real Racing, uno de los juegos de coches más descargados en las tiendas de aplicaciones, hoy te traemos otro título relacionado con el mundo de las carreras, pero con ciertas diferencias. Su nombre es CSR Racing y se ha colado en la segunda posición del ‘Top Gratis nuevo de Google Play, aunque también está disponible para iOS.

CSR Racing es un juego gratuito que ofrece unos gráficos muy cuidados y vehículos reales como el BMW Serie 1 M, el Ford Focus ST, el Mini Cooper S… Pero la principal diferencia con Real Racing radica en la forma en que se juega. Mientras que en este último además de acelerar y frenar, necesitas mover el volante para dirigir el coche, en CSR Racing lo único que tendrás que hacer será pisar el acelerador y cambiar de marcha en el momento correcto mientras tu coche se mueve a toda velocidad en línea recta. Este tipo de carreras reciben el nombre de ‘drag racing’ y son muy populares en Estados Unidos.

¿Qué ventajas ofrece esta mecánica de juego? Sobre todo la simplicidad. No tienes que mover tu móvil o smartphone para dirigir el coche, y este detalle en lugares como el metro o el autobús, resulta crucial, ya que te puede facilitar mucho las cosas. El lado negativo es que cuando ya hayas realizado varias carreras, el juego te puede resultar un tanto repetitivo.

Para hacerlo más dinámico, los desarrolladores han incluido multitud de posibilidades de personalización, desde pinturas exteriores hasta elementos mecánicos como el turbo o los neumáticos. Y aquí es donde CSR Racing tiene su modelo de negocio: si quieres alcanzar cierto nivel de personalización o deseas que tu coche sea el más rápido deberás gastarte dólares y monedas de oro virtuales que puedes comprar con dinero real en el propio marketplace. Esta fórmula de ingresos está alcanzado tanto éxito que, por ejemplo, en la App Store, justo al lado izquierdo de la descripción de la propia app, puedes encontrar un listado con los elementos que más compra la gente. Está claro que el presente y el futuro cercano de las apps paso por los pagos in-app.