Fobias y filias tecnológicas que quizás no conocías
La tecnología puede tener una influencia importante en el ámbito de la salud mental. Cada vez se discute más sobre esto y se trata de analizar sus efectos, sobre todo entre los más vulnerables, los más jóvenes. Ya existen numerosos informes sobre cómo las redes sociales pueden ocasionar falta de atención y concentración, trastornos de sueño, ansiedad, depresión, etc.
En casos algo más extremos también se puede llegar a desarrollar ciertas fobias. Hablamos de miedos irracionales que no deben ser tomados a la ligera si resultan invalidantes para la vida diaria y que pueden requerir la intervención de un psicólogo o psiquiatra.
Fobias
Tecnofobia
Miedo a las innovaciones y la tecnología en general. Miedo a que a la inteligencia artificial se desborde y surja una especie Skynet global. Es algo que tienen algunas personas mayores, que incuso se niegan a usar un ascensor o escaleras mecánicas, porque no confían en los avances tecnológicos o entran en pánico al tenerlos que utilizar.
Ciberfobia
Término introducido en 1985 y referido al miedo irracional a los ordenadores o a tener que trabajar con uno.
Nointernetofobia
Su nombre lo dice todo. Es el miedo a no tener acceso a Internet porque no haya WiFi o 4G en un sitio.
Nomofobia
Este término se ha extendido bastante desde que fuera acuñado en 2008 por un estudio encargado por el servicio de Correos británico. La nomofobia es el miedo a no tener acceso a un teléfono móvil durante un período prolongado de tiempo. A dejarnos el smartphone en casa.
Desde esa primera encuesta, investigadores de todo el mundo han detallado cómo esta fobia está estrechamente relacionada con otros problemas, como la depresión crónica, los trastornos del sueño y la baja autoestima.
Telefonofobia
Por su nombre puede parecer muy similar a la anterior, aunque no es así. Telefonofobia es un miedo irracional a contestar o recibir llamadas. Las personas afectadas pueden hiperventilar o tener ataques de pánico cuando suena el teléfono. Sería parecido al miedo a hablar en público, pero por teléfono y estaría vinculado al trastorno de ansiedad social.
Escopofobia
Obsesión por la privacidad y la seguridad digital, un miedo excesivo a ser observados o vigilados por alguien o alguna empresa mediante el uso de la tecnología.
Las noticias de espionaje que se viene sucediendo desde Edward Snowden diera un paso adelante pueden haber contribuido a que muchas personas la desarrollen.
Radiofobia
Pánico a las antenas de telecomunicaciones, incluyendo las de 5G, pensando que producen cáncer, COVID, radiación y otras muchas enfermedades cuya correlación no ha sido demostrada científicamente.
Loremofobia
Miedo a perder o extraviar el mando a distancia de la televisión. Un pánico que seguramente fuera más común en la época pre-Netfix.
Foransequefobia
Miedo a olvidar la respuesta a tu pregunta secreta, que se usa si olvidas tu contraseña para acceder a un servicio o herramienta digital.
Drosmartoifobia
Es el miedo a dejar caer tu teléfono móvil al inodoro cuando vas al baño, ya sea el de casa o un WC público.
Amaxofobia y aviofobia
No están tan relacionadas directamente con la tecnología como las anteriores, pero merecen una mención entendiendo estos medios de transporte como máquinas. Son, básicamente, el miedo a conducir y el miedo a volar.
Filias
Vamos con las filias. Aquí también entran en juego las parafilias, que son fantasías o conductas sexuales de tipo excitatorio que se alejan un poco de lo establecido, según el DSM V.
Escatología telefónica
En realidad se refiere a toda esa gente a la que le gusta hacer llamadas telefónicas y decir cosas indecentes. Soltar guarradas o decir a las víctimas algunos detalles de la práctica sexual que están haciendo en ese momento.
Obviamente, esto no se produce en un entorno íntomo, sino que lo hacen acosando a gente o con desconocidos.
Un estudio realizado en 2008 revelaba que los escatólogos telefónicos frecuentemente tenían una historia de comportamiento criminal, sugiriendo actitudes antisociales (sociópatas).
Chat-escatofilia
Término acuñado por un estudio de 2003. Hablan de una posible nueva parafilia en la que se produciría excitación a través del envío de mensajes de chat de carácter obsceno. Pero claro, hoy en día está a la orden del día y muy normalizado. Si se produce en entorno de ciertas intimidad equivaldría a lo que conocemos como sexting.
Mecanofilia
Las personas con mecanofilia sienten auténtico placer con cualquier máquina en sí. Normalmente suele ser con coches o con motocicletas. El caso más conocido es el del británico Edward Smith. No obstante, hay quienes lo experimentan con gadgets y wearables como un teléfono móvil, una videoconsola, una batidora e incluso una tostadora.
Algunos sexólogos coinciden en subrayar que esta “pasión desenfrenada por las máquinas” está asociada al exhibicionismo. No obstante, de la misma manera, coinciden en subrayar que también hay un claro elemento de sumisión y dominación, al mismo tiempo.
Biohacking extremo
No tiene por qué ser una parafilia, pero sí puede considerarse una filia a secas. Automodificación corporal extrema implantándose añadidos tecnológicos o mecánicos. El tema de los biohackers y los cyborgs es complejo y hay una corriente que considera que cada uno debemos hacer con nuestro cuerpo lo que queramos, hasta el punto de que poder mejorarnos o adquir capacidades a través de la tecnología podría ser un derecho.
Pero hay una línea muy fina entre esto o querer explorar o tener un trastorno delirante patológico y autolesionarse hasta límites insospechados. La película japonesa Tetsuo y sus secuelas muestran algo así, donde un hombre se implanta metal de manera compulsiva.
Puedes conocer más detalles sobre las fobias y las filias relacionadas con la tecnología en nuestra intervención en el programa Turno de Tarde de Canal Extremadura Radio .
Alberto Payo
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