Lo atemporal del género de misterio

| 27 mayo, 2020 | 0 comentarios

Lo atemporal del género de misterio

Muertes, asesinatos, confabulaciones, traiciones, complots y otros elementos argumentales de la novela negra, han existido siempre. Todo lo que rodea a la muerte de Julio César, por poner un ejemplo lejano, es un oscuro drama de esos que alimentan el dicho de que la realidad supera a la ficción. Quizás por eso, porque en una época donde los autores eran pocos y la crónica era cruda y jugosa, no había tiempo para imaginar historias y plasmarlas en la ficción.

Haciendo un repaso diacrónico a la literatura universal, se pueden encontrar relatos precursores de géneros y subgéneros ahora perfectamente definidos como la novela negra, policial, detectivesca o la de misterio. En obras de dramaturgos griegos como Sófocles e incluso en varios libros de la biblia, se pueden encontrar estructuras y arquetipos que se consideran representativos de toda esa literatura. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando Edgar Allan Poe dio el pistoletazo de salida inaugurando un género que se consolidaría a principios del siglo XX gracias a autores como Agatha Christie, Conan Doyle o Charles Dickens.

Desde entonces, la novela negra en todas sus manifestaciones ha venido dominando el panorama cultural. Mucho más de lo que nos imaginamos, de hecho. Y es que hace ya tiempo que el género ha traspasado la barrera literaria y se ha instaurado en muchos otros ámbitos; desde videojuegos y aplicaciones hasta incluso tragaperras online como Murder Mystery.

No obstante, el cine y la televisión son sin duda el mayor foco de representación de este género. Sin ir más lejos, las dos series españolas que más están triunfando a nivel internacional como son La casa de papel y Élite, son claros ejemplos de dramas que beben de todos esos arquetipos que se llevan construyendo desde hace más de dos mil años. Porque, aunque uno sea un drama de acción y el otro sea un drama adolescente, ambos tienen al misterio, la confabulación y la muerte como ejes principales de la configuración de sus tramas.

Y no es de extrañar porque, si algo ha demostrado este género, es que es atemporal, como atemporales son las emociones y comportamientos humanos. Por eso es tan fácil engancharse a él. Porque ya sea un emperador romano, una panda de atracadores antisistema o una chica muerta en un instituto, el suspense generado por un asesinato es tan irresistible para un ciudadano de la antigua Grecia como para nosotros, ciudadanos del siglo XXI.

Filed in: Juegos
×

Escribe un comentario