Esta app te permite controlar drones y smartphones de todo el mundo a distancia con permiso de sus dueños
¿Has pensado alguna vez cómo sería poder ver el mundo a través de los ojos de otros? ¿Y si esos otros estuvieran a miles de kilómetros de donde estás tú? Algo parecido es lo que propone una aplicación llamada Keenlark.
Keenlark ofrece la posibilidad de controlar los drones -aéreos y marítimos- así como los teléfonos inteligentes de terceras personas que se presten a ello para ver imágenes de esa zona en primera persona mediante sus cámaras.
La aplicación ofrecería manejar directamente los drones por quien el uso el servicio indicando los comandos correspondientes a sus dueños. Por su parte, en el caso de los móviles los dueños saldrían a dar un paseo con ellos para enseñarle los lugares deseados en livestreaming. Quien mira desde la distancia, solo tiene señalar la dirección, como si fuera un videojuego.
Los propietarios de estos gadgets no lo harían de manera altruista, sino que recibirían una cantidad económica cada vez que alguien usa su dron o smartphone como sus ojos.
Es decir, Keenlark sería una especie de servicio de alquiler en toda regla con su componente de economía colaborativa. Un Airbnb de drones y móviles, por decirlo así. Al buscar una ciudad o población podrías ver todos los operadores que hay cerca y ponerte en contacto con ellos.
¿Para qué se podría usar esta herramienta al margen de la mera curiosidad? Pues por ejemplo, vendría muy bien para hacer coberturas periodísticas en remoto, pudiendo obtener imágenes de sitios donde esté ocurriendo algo en ese justo momento.
También sería interesante como un plus para servicios turísticos que quieren enseñar a potenciales clientes ciertos lugares, para arquitectos que quieren ver edificios de cerca, para exploración marítima, etc.
La app por el momento solo está en su fase de concepción. Sus impulsores están tratando de recaudar fondos en Kickstarter para financiarla. Han lanzado una campaña de crowfunding en la que piden 16.500 euros, pero por el momento solo han conseguido unos 3.000. Si te gusta la idea, quizás quieras apoyar el proyecto con un generoso donativo.
Alberto Payo
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