Galaxy S23 Ultra 5G: Las mejores noticias
Conviene, para el lector poco puesto en estos asuntos tecnológicos, hacer una pequeña aclaración previa: este Galaxy S23 Ultra 5G es más de lo mismo que su predecesor en casi todo. Y prácticamente también es lo mismo que su hermano que saldrá en breve, el S24 Ultra, con permiso de la IA generativa de Google.
(Samsung ha realizado hace unas horas su evento Unpacked donde ha presentado este modelo así como el Galaxy S24 y el Galaxy S24+).
Mientras esperamos la llegada de su sucesor este modelo, para este mercado en el que se encuentra España, casi marca una enorme diferencia. Una diferencia que, a simple vista y sin ser un experto, es un simple nombre puesto en una ficha técnica en el apartado del procesador: Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2.
Justo un modelo atrás, el nombre que aparecía en esa especificación era el de un tal Exynos y eso suponía siempre malas noticias.
El cacharro
Antes de profundizar un poco más en ese cambio del que hablaba, quisiera hablaros un poco del cacharro.
En cuestiones de diseño, el S23 Ultra es como cuando te miras al espejo cada mañana: eres el mismo. Hay sutiles diferencias, claro, pero ninguna relevante.
Con respecto al modelo pasado, los marcos laterales tienen un diseño algo más plano, eliminando la curva que hacía el S22 Ultra. No es sólo un cambio de diseño, es que reduce mínimamente el roce que podrían tener tus yemas al sujetar el teléfono en la curva de la pantalla.
Todos esperamos el momento en que se decidan a eliminar una curva que ya nada aporta más allá de hacerlo diferente al resto.
Y poco más, porque las cámaras, los botones, los puertos y salidas de audio y todo lo demás es prácticamente idéntico.
Pesa 234 gramos, un poquito más que el anterior. Pero claro, pasar de 228 a 234 gramos no es una diferencia notable. Máxime si vas a cargar con un teléfono que ya de por si se asume y acepta que es muy pesado.
Por mencionar otro cambio, sutil pero cambio al fin y al cabo, las cámaras tienen un diámetro algo mayor y sobresalen un poco más del minimalista y sobrio diseño que viene siguiendo la gama S.
En definitiva, modificaciones mínimas, pero suficientes como para justificar que es un modelo de otro año. Justificarlo ellos. Yo no.
El sonido
En mi caso, por deformación profesional, el sonido es un punto importantísimo. Y se ve que este año han trabajado más en ello, porque la primera vez que escuché una voz bien grabada en este S23 Ultra, supe que habían mejorado sustancialmente.
Ahora los graves tienen una mejor y más nítida presencia y los medios y altos son más brillantes. Y debe ser una cosa de hardware más allá del estéreo y del Dolby Atmos incorporado que ya el año pasado hacían un buen trabajo.
No distorsiona cuando pones el volumen al máximo y eso es siempre una buena señal para usar tu dispositivo como altavoz para, por ejemplo, escuchar sin que sea traumático, un podcast.
El procesador
Recogiendo lo que decía al inicio del artículo, Samsung ha decidido, al fin, añadir a su buque insignia el mejor procesador de Qualcomm que se podría tener. Lo ha decidido después de intentar una y otra vez que en Europa tragásemos con su Exynos, el chip fabricado por ellos mismos.
Ya era hora, ya era suficiente. Por fin podemos disfrutar de un procesador con una potencia bruta bestial en comparación. Una elección que, no sólo es muchísimo más capaz, sino que convierte al móvil en un cacharro mucho más eficiente.
Los buenos de Samsung han acompañado a este procesador de mejor refrigeración, haciendo olvidar lo sufrido en el S21 Ultra. La batería soporta mejor el paso de las horas y el sistema mantiene una fluidez asombrosa en todas y cada una de las circunstancias.
¿Quieres grabar en 8K? No te preocupes, que no se quejará ni lo más mínimo. ¿Quieres jugar? Disfruta.
Y no es que los procesadores Exynos fueran malos, es que los de Qualcomm son superiores y ya está. No eran malos porque, a pesar de ellos, los buques insignia de la marca siempre han estado en el podio de los mejores móviles. Eso sí, siempre por detrás de los de Apple en potencia bruta u otros que sí tenían Qualcomm.
Batería y sistema operativo
Samsung repite valores de batería, pero a sabiendas de que, tanto el SO como el procesador, iban a ayudar a maximizar sus capacidades. Los 5000 mAh ahora rinden mejor y duran más. Por la parte que pertenece al software, Android 14 con One UI 6.0 (ya está actualizado a la fecha de este artículo), permiten que llegues al final de día más cómodamente incluso si lo has usado con cierta intensidad.
Eso sí, no esperes que te puedas pegar el día grabando vídeos y consumiendo pantalla sin parar y que no tengas que meterle un chute de carga con sus 45W de carga rápida con cable o sus 15W inalámbricos.
Las cámaras
Hemos dado un paso adelante en varios aspectos. El primero es un importante salto en la cantidad de megapíxeles del sensor principal que llega a los 200.
En este caso, no estamos ante un aumento sin más de la información del sensor, porque Samsung lo ha acompañado de un cambio en el procesado de la imagen mucho más natural y menos agresivo, sobre todo en sus modos RAW.
En el modo automático de la cámara y con el sensor principal, seguiremos haciendo fotos que prácticamente nunca defraudarán, excepto si odias el gusto por saturar la información de color que tienen los de Samsung.
El gran angular, idéntico al del año pasado, no tiene mucha miga: hace su trabajo más o menos decentemente pero sin grandes alardes.
Pero es que Samsung sabe que su gran baza para ser el teléfono fotográfico definitivo la tiene desde que metió su zoom x10 analógico y sus x30 y x100 digitales. Es una auténtica bestialidad lo que consiguen hacer sus dos lentes trabajando de forma conjunta.
No querrás dejar de usar el x10 aunque te tengas que alejar 50 metros para hacerle la foto a lo que sea. La definición, el color y las posibilidades que brinda hacen que, en este apartado, no tenga rival que se le aproxime.
En cualquier caso, si quieres aprovechar al máximo las capacidades asombrosas de sus sensores, te recomiendo que corras a usar los modos RAW que Samsung incorpora a través de su tienda a la aplicación de la cámara.
Huirás de la fotografía computacional y te adentrarás en unas tomas mucho más naturales, como las recordamos todos los que hemos usado cámaras analógicas.
Conclusiones
A nadie va a sorprender que este gama alta, con lo que cuesta y con la tecnología que incorpora sea una apuesta segura. Es un teléfono que vuelve a situarse en el olimpo y con sobradas razones. Su PVP es elevado, pero la satisfacción de que todo funcione como debe lo merece.
Si te estás debatiendo entre adquirir este modelo o el anterior por aquello del alto coste, mi recomendación es que ni lo pienses. Espérate, ahorra un poco más o haz el esfuerzo para comprar este S23 Ultra. Olvida sus predecesores. Este es el teléfono.
Y más ahora, que está a punto de salir la nueva versión y seguramente quedará a buen precio en alguna oferta.
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Fernando Nieto
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