Los mejores videojuegos ambientados en la prehistoria
Hay muchos juegos de dinosaurios, pero no tantos que tienen la prehistoria como trasfondo si nos ponemos estrictos.
Para encontrar estos primeros vestigios de títulos prehistóricos nos tendríamos que ir a finales de los 80 y principios de los 90, cuando los hombres de las cavernas y la temática troglodita fueron trending topic.
Curiosamente, la inmensa mayoría de estas propuestas fueron juegos de plataformas y en muchos se repetía un objetivo que también sería compartido en otros videojuegos, perpetuando el machismo imperante: el protagonista vivía como secuestraban a su desvalida novia y tenía que iniciar el viaje del héroe para rescatarla.
Estos son algunos de los primeros videojuegos sobre la prehistoria que merece la pena recordar, de los más antiguos a los más modernos:
Wonder Boy (1986)
Clasicazo desarrollado por Escape que llegó a tener cinco secuelas. Fue desarrollado para recreativas, tuvo versiones para el Spectrum y la Commodore 64 y luego llegó a consolas Sega.
Era de desplazamiento lateral, y en él su rubico protagonista tenía que correr a toda pastilla, recolectar frutas y rescatar a su novia (vemos que esto último va a ser algo recurrente en este tipo de juegos). Había algunos power ups chulos, como poder pillarte un casco y un monopatín y hasta acompañarte de un angelico.
The Flintstones (1988)
La famosa serie de dibujos animados protagonizada por una familia prehistórica casi steampunk llegó a las consolas en 1988 gracias a Teque Software.
Los Picapiedra hacían de las suyas en la Commodore 64, así como en la SEGA Master System, Amiga y Amstrad CPC.
Caveman Ughlympics (1988)
Imaginad que las Olimpiadas se hubieran celebrado en la Era de Piedra. En este juego desarrollado por Dynamix para la Commodore 64 y MS-DOS y publicado por Electronic Arts (ojo) ese what if se hace realidad. Es un título para 2 a 4 jugadores.
En Caveman Ughlympics tienes que competir en seis disciplinas: carrera para huir de un dientes de sable, lanzamiento de marido o mujer (una versión del lanzamiento de peso pero sin martillo), carrera de fuego (el primero que consiga hacer fuego gana), carrera de dinosaurios, en la que ibas montado en un dino como si fuera un caballo, salto de altura (tienes que usar una pértiga para saltar sobre un t-rex) y clubbing, donde tienes que evitar que te den palazos en un acantilado.
Toki (1989)
Saltamos un año para llegar a un juegazo para máquinas recreativas: Toki, que nada tiene que ver con Loki. Creado por la nipona TAD Corporation en su Japón natal se llamó JuJu Densetsu. Al protagonista lo llamaron así, por el hijo del fundador de TAD… que era muy mono.
Todos recordaréis a ese simio desgarbado que podía escupir bolas de fuego y que iba en busca de su amada Miho, capturada por un maligno hechicero. Originalmente Toki había sido transformado en monete por ese maloso mago.
Lo divertido de Toki, además de su apariencia y múltiples escenarios (hasta tenías que nadar), eran sus power ups. Además de los diferentes tipos de disparos, el monico se enfundaba un casco para encajar golpes o unas zapatillas con las que saltaba mucho más.
Bonk´s Adventure (1989)
Juego de plataformas protagonizado por un pequeño troglodita cabezón que usaba su testa para embestir a sus enemigos.
Fue uno de los títulos más importantes del difunto estudio Hudson Soft.
Joe & Mac: Caveman Ninja (1991)
Juego de Data East que salió para todas las consolas de la época -y recreativas- protagonizado por Joe y Mac, dos seres a medio camino entre simios, homo sapiens y otakus, porque uno tenía el pelo verde y el otro azul y habían sido creados en Japón.
La acción empieza cuando la aldea de estos dos trogloditas es invadidas por uno grupo de neandertales que se secuestran a todos los bebés y mujeres, ahí empieza su ‘viaje del héroe’. Tienen que recorrer distintos niveles ayudándose de herramientas como bumeranes, huesos, cuchillos, etc y al final de cada nivel tienen que enfrentarse como un dinosaurio distinto como jefe. Era muy dinámico y los gráficos molaban mucho. Además, podías jugar en 2 jugadores.
Prehistorik (1991)
¿Eres cazador o recolector? En este título de Titus Interactive para las plataformas Amiga, Atari ST, Amstrad CPC y MS DOS controlamos a un neandertal chaparrete armado con su garrote que tiene que ir golpeando animales para dejarlos inconscientes y también ir recogiendo frutas. El objetivo final es que consigas una cantidad de comida interesante para llevarla a tu cueva.
Hay 7 niveles con su jefe incluido en cada uno. En 1993 tuvo una secuela, Prehistorik 2.
Chuck Rock (1991)
Cuando pasas mucho tiempo en la cueva sin salir se te queda la facha de Chuck Rock, un barbilludo y barrigudo cavernícola al que le gusta beber cerveza, ver la tele y, por supuesto, la música rock. Este buen señor se ve obligado a salir de su confinamiento permanente para rescatar a su amada Ophelia, que es secuestrada.
Chuck podía levantar rocas y usarlas como proyectiles, aunque estas ralentizaban su marcha. Cuanto más grandes, más despacio iba. También podía usarlas como escudo para protegerse de ataques. Sin embargo, la técnica estrella del protagonista era el barrigazo en el aire.
El juego fue un soplo de aire fresco por su su particular humor y algunos medios de la época lo llegaron a comparar con Sonic o Mario. Y en 1993 se lanzó su secuela: Chuck Rock II, con el hijo de Chuck como prota.
The Humans (1992)
Aunque no dejamos de lado las plataformas en The Humans nos encontramos en que hay que resolver distintos desafíos para avanzar, siendo más un título de puzles que otra cosa.
Afortunadamente, contamos con toda nuestra tribu para ello. Así podremos lanzar lanzas, ponerlos unos encima de otros, etc. Tendrás que poner a prueba su capacidad para usar antorchas, ruedas, cuerdas, etc.
Tombi (1997)
Saltamos unos añitos para no quedarnos atascados y llegamos a 1997, año en que Sony publica Tomba! o Tombi, de Whoopee Camp, para su primera Playstation.
El prota es un troglodita millenial de pelo rosa que vestía pantalones cortos y que debía ser familia de Joe & Mac. Lo mejor eran los malos: los cerdiablos, porcinos con poderes que tenían como mano de obra a los cerdos Koma. Estos transforman el continente en algo muy inquietante y le roban un brazalete de su abuelo a Tombi, que quiere recuperar.
En 1999 tuvo secuela: Tombi!2: The Evil Swine Return.
Alberto Payo
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