Manuel Verdugo: «Los profesionales sanitarios demandan apps que les ayuden en su trabajo diario»
Ayer os hablábamos de Hipot CNV, una aplicación a través de la cual podemos interpretar las necesidades de pacientes que, por el motivo que sea, no pueden hablar. Hoy, hemos podido contactar con su creador, Manuel Verdugo, para que nos explique más a fondo su funcionamiento.
¿Qué ofrece su aplicación y a quién va destinada?
Con ella se pretende abrir una vía de comunicación entre un paciente con dificultad en el habla o en personas extranjeras que son atendidas en un centro hospitalario en el que no conocen su idioma.
¿Qué le llevó a diseñar esta app?
Como suele pasar con muchas iniciativas, el origen está en una necesidad personal. En mi caso, se debió a un problema de salud de una persona muy cercana a mí. Como familiar a pie de cama, y al mismo tiempo enfermero, me inquietaban las consecuencias que la enfermedad pudiera tener en la forma de expresar sus necesidades. Hace tres años de aquello y en ese momento no existía nada al respecto que pudiera darme una solución. En este caso, decidí diseñarla y desarrollarla en un formato compatible con portátiles PC de Windows (fue el año de la salida al mercado de los primeras iPad), lo que me motivó para crearla para tablets.
¿En qué se diferencia de otras apps enfocadas al ámbito sanitario?
Esta herramienta se puede englobar en una categoría de aplicaciones denominadas de Comunicación Aumentativa Adaptativa (CAA). Actualmente, en el mercado existen varias y muy buenas (unas dedicadas a niños con autismo o personas que no pueden hablar, etc.). HIPOT CNV es una herramienta específica y de aplicación directa que en el ámbito sanitario no existía hasta ese momento, y su diseño —que engloba criterios estandarizados de enfermería— tampoco se aplicaba en ninguna app que conozca.
¿Ha tenido ya pacientes que hayan hecho uso de ella en su hospital? ¿Cree que esta herramienta puede mejorar el servicio?
Desde la puesta en producción en octubre 2013 ya ha sido probado por unos seis pacientes: cuatro hospitalizados y dos personas en domicilios. La acogida ha sido muy buena y a nivel psicológico para el paciente y familiares es positivo; al poder darles una alternativa de comunicación.
¿Están estudiando actualizaciones para nuevas necesidades que puedan surgir con su uso?
Hemos observado que la actual versión se debe mejorar para pacientes en domicilio dado que sus necesidades cambian allí. Nuestras expectativas son buenas ahora que se hará extensible a todo el Servicio Canario de Salud (SCS).
Está pendiente, asimismo, una nueva actualización con la incorporación de tres nuevos idiomas, así como reducir el peso de la aplicación para hacerla más fluida en el entorno de Android. También se ha implementado un paquete de voz de salida en inglés para que pueda ser utilizado en el extranjero por cualquier persona si tuviera la necesidad.
¿La haría extensible a todos los hospitales y centros sanitarios a nivel nacional?
A día de hoy ya se ha puesto en marcha en todo el SCS, no solo por su interés, sino por la repercusión asistencial que conlleva en la atención y los cuidados a prestar. Creo que no es una idea que se deba vender; es una obligación o necesidad que todos los que nos dedicamos a la sanidad nos preocupe mejorar la calidad asistencial y los servicios prestados y, más, cuando no supone ninguna inversión económica en ello.
¿En qué dirección cree que va la proliferación de apps para el sector de la salud?
Es evidente que, al igual que en otros sectores, las apps se van a incorporar a nuestras vidas como lo han hecho ya los teléfonos inteligentes. Las primeras, encaminadas a la cita previa son las de más amplia difusión, y otras, como las diseñadas para la autogestión de la propia salud (para diabéticos, hipertensos, etc.) son bien acogidas. Otro tema es que los profesionales sanitarios demanden aplicaciones que les sirvan para su trabajo diario o, como es mi caso, detectando las necesidades desde dentro. Su utilidad es evidente y aunque el sector sanitario pueda parecer estanco en el uso de novedades tecnológicas no se puede quedar atrás y se verá afectado por el empuje de otras áreas de la vida diaria.
¿Opina que este tipo de aplicaciones son una herramienta que facilitan el servicio y la comunicación “médico/sanitario-paciente”?
Evidentemente, y no solo a través de iniciativas privadas, sino también públicas. Los servicios sanitarios deben invertir en TIC’s y proporcionar herramientas de trabajo para sus profesionales de forma gratuita. En este sentido, voy a presentar otra iniciativa al congreso de la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS) 2014, junto con la unidad de desarrollo de aplicaciones del SCS, para un traductor de idiomas de uso en consulta.
¿Conoce el distintivo Appsaludable impulsado por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía? ¿Qué le parece esta iniciativa?
Pues sinceramente, no hasta ahora. Pero a raíz de tu pregunta he “curioseado” un poco y me parece un proyecto muy interesante y que daría a las apps sanitarias un valor añadido; con un filtro de calidad que repercute en una mejora continua en un área tan sensible como la sanidad.
Esther Murillo Cano
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