ICERAID: Cuando la tecnología se pone al servicio del odio

ICERAID es una aplicación que parece sacada de una distopía o un capítulo de Black Mirror pero que, para nuestra desgracia, es muy real. Se trata de una plataforma desarrollada en blockchain que convierte a cualquier usuario en un informador a sueldo (o cazarrecompensas), permitiéndole subir fotos y vídeos de supuestos delitos para ser recompensado con criptomonedas.

Su funcionamiento se basa en subir contenidos donde aparezcan actos que puedan ser considerados ilegales y utilizar la inteligencia artificial para analizarlos y geolocalizarlos en un mapa que pueden consultar otros usuarios.

Bajo la excusa de “hacer cumplir la ley”, la app ofrece tokens a quienes denuncien supuestos delitos de inmigración ilegal, pero también actos como el tráfico de drogas, la violencia doméstica o incluso el terrorismo. Eso sí, sin ningún tipo de verificación institucional ni filtros judiciales de por medio.

«ICERAID es un protocolo GovFi que delega a los ciudadanos tareas de recopilación y validación de inteligencia que, de otro modo, estarían a cargo de las fuerzas del orden», explican sus creadores.

«Esta aplicación recompensa a los ciudadanos por capturar, subir y validar evidencias fotográficas de ocho categorías de presunta actividad delictiva. Cuantas más imágenes y ubicaciones compartan y validen estos más ICERAID obtendrán», añaden. Estas se acumulan en la cuenta de cada usuario y pueden reclamarse posteriormente.

Una herramienta para no estar orgulloso

Quien está detrás de ICERAID es Enrique Tarrio, un personaje muy conocido en EE.UU por haber sido el líder de los Proud Boys, una organización de ultraderecha catalogada como grupo extremista violento. Tarrio fue uno de los impulsores del asalto al Capitolio en enero de 2021 y fue condenado por conspiración sediciosa, aunque posteriormente fue indultado por Donald Trump.

Lejos de desaparecer del mapa tras su paso por prisión, Tarrio ha reaparecido reconvertido en emprendedor y ha presentado esta app como una herramienta de seguridad ciudadana, cuando en realidad se trata de una forma de institucionalizar la delación pública contra los colectivos más vulnerables, especialmente los migrantes.

«ICERAID no es política y no está afiliada a ninguna campaña política, cargo político o agencia gubernamental», aseguran, no obstante, en su página web.

El sistema de recompensas, basado en tokens RAID (de ahí su nombre), es una estrategia perversa para incentivar la vigilancia entre ciudadanos sin ninguna garantía legal ni protección para las personas señaladas. Mucho menos para quienes aparecen grabados o fotografiados sin consentimiento. La plataforma dice usar IA para verificar y puntuar los contenidos, pero esto no evita que se cometan abusos ni que se difundan vídeos de personas inocentes que pueden acabar siendo hostigadas o deportadas sin ningún motivo real.

ICERAID no solo es una app peligrosa desde el punto de vista ético y legal, sino que representa un paso más en la instrumentalización de la tecnología como arma política. En este caso, al servicio de la xenofobia y el control social, usando elementos de la economía web3 —como la tokenización y el anonimato— como si eso fuera suficiente para blanquear su verdadero objetivo: poner a la gente a vigilar a sus vecinos en función de prejuicios raciales o estereotipos sociales.

La mera existencia de esta aplicación debería encender todas las alarmas. Pone en riesgo derechos fundamentales como la privacidad, la presunción de inocencia y la libertad de movimiento. Y lo hace liderada por alguien con un historial de odio organizado que ahora disfraza su agenda política con un proyecto tecnológico supuestamente innovador.

ICERAID no es una app ciudadana. Es una herramienta de persecución diseñada para premiar la paranoia y penalizar la diferencia. Que esté operativa dice mucho de lo rápido que se están erosionando ciertos principios básicos bajo la excusa de la seguridad y el progreso.

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Juanrrison Ford

Periodista multitarea, multiplataforma y responsive. Peliculero. Más explicante que replicante. Corresponsal de guerra en la App Store y Google Play. Conspira, escribe posts, prepara lasañas de carbonita y hace unicornios de origami sentado en su sillón negro mientras acaricia a su gato. Una vez hizo sonreír a un Angry Bird. @juanrrisonford

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