Ready or not, tan real que asusta

Pedro Aranda | 2 enero, 2024 | 0 comentarios

Después de años de estar en early y de oír hablar de él, ya podemos disfrutar de Ready or not, el sucesor de los antiguos juegos de SWAT.

Este shooter táctico nos pone en la piel de un jefe de equipo de estas unidades de policía de élite, cuya campaña nos guiará por distintas zonas de una ciudad ficticia (que mucho se parece a Los Ángeles) donde cada nivel representa un desafío sin parangón con multitud de opciones de ejecución y jugabilidad.

Y es que Ready or not no es otro Call of duty. En este caso cuando hablamos de ‘realismo’, hablamos de realismo de verdad.

Aquí no se trata de entrar a matar como si no hubiera consecuencias. La palabra táctico y realista son lo que son. La filosofía que nos encontramos en el lobby del juego dice tal que así:

“Nos dedicamos a salvar vidas, no a crear viudas y huérfanos”.

El nivel es tan grande que si entramos a asesinar a todo Dios, sin pararnos a intentar arrestar y a salvar a los rehenes, no solo obtendremos peor puntuación en las misiones, sino que nuestro equipo tendrá consecuencias en cuanto a su salud mental e incluso se ‘darán de baja’ o bien rendirán menos en las misiones. Desarrollarán ansiedad, estrés post traumático etc….

Planea, equípate y efectúa

Ready or not, tan real que asusta

Antes de cada misión, nos encontramos en un lobby con forma de comisaría, donde podremos equipar a nuestro personaje, pero también a todos los miembros de la escuadra.

Así tendremos a nuestra disposición granadas aturdidoras, gas pimienta y demás herramientas típicas de los equipos SWAT usadas en misiones de rescate y neutralización.

Además, podremos mandar al psicólogo o a la enfermería a aquellos miembros del escuadrón que estén estresados o hayan pasado situaciones complicadas en las misiones, para que puedan estar óptimos en las siguientes.

Lo de la IA

Esto quizás es lo más fuerte de este juego: Las IAs, tanto de los enemigos como de nuestro propio escuadrón.

He visto situaciones increíbles y testeado otras tantas para ver cómo responden los NPCs y es una locura. Desde intentar rodearte, hasta coger a un rehén para usarlo de escudo humano.

Por poner un ejemplo, una vez, después de tener a todos los enemigos detenidos, decidí sacrificar a uno para ver que ocurría. Pues bien, el resto de los que estaban arrodillados pasaron al ataque inmediatamente sacando cuchillos escondidos en venganza por su compañero herido.

En Ready or not cada misión es un reto. Puedes optar por detener a la gente o bien abatirlos, pero en algunos casos incluso te pedirán que traigas 1 o 2 delincuentes para su posterior interrogatorio.

Aquí viene lo jodido, porque si logras sorprender a uno y hacer que se arrodille puede reaccionar de manera imprevisible, bien sacando una navaja oculta o bien intentando atacarnos a manos vivas. O simplemente puede intentar recoger su arma y acabar contigo. Por eso, en este juego hay que medir cada decisión y cada paso que se toma.

El escuadrón

Ready or not, tan real que asusta

En cuanto a las órdenes de la escuadra y su posterior ejecución, esto es la leche.

Disponemos de una ventana donde decir cómo proceder en cada habitación, entrando a saco, usando granadas, fibra óptica, reventando la puerta… Nosotros simplemente tendremos que tomar la decisión, que la IA se encarga de la ejecución de la misma de una forma tan realista que da miedo.

Podremos pedir a los agentes que vigilen habitaciones, que se separen, se junten, que disparen a matar, que te cubran… todas las órdenes que se puedan dar en una situación de combate, ahí están, con diálogos entre ellos para posibilidades como el fuego cruzado o bien la muerte innecesaria de algún rehén o enemigo.

Todo esto, sumado a un modo multijugador donde la cooperación es esencial y a otro modo roguelike, hacen que Ready or not sea uno de los aciertos para acabar el año.

Si tuviera que ponerle alguna pega le pondría dos: el idioma está únicamente en inglés y la optimización aún deja un poco que desear.