La importancia de la gestión del riesgo en las inversiones

Todo el mundo asume un cierto nivel de riesgo a la hora de invertir. Esto se debe a los movimientos del mercado, la naturaleza de los instrumentos financieros, el panorama externo en el que se desarrolla la economía y muchos otros aspectos que pueden afectar a las inversiones en los mercados financieros.

Esta es la razón por la que es recomendable llevar a cabo una gestión del riesgo, que determine los pros y los contras de una concreta inversión antes de realizarla. Aparte de un buen bróker de inversiones, hay que tener en cuenta la importancia de la gestión del riesgo en las inversiones de la que vamos a hablar en este artículo. 

Importancia de la gestión del riesgo en las inversiones

Antes de nada, es necesario recalcar que cada inversor admite un nivel de riesgo distinto en sus inversiones de acuerdo con su propio perfil. En este sentido, podemos identificar tres perfiles principales de inversores:

En primer lugar, se trata del perfil conservador que asume un riesgo mínimo en sus inversiones. Además, para él es importante la seguridad y la posibilidad de conocer la rentabilidad exacta de sus inversiones. En otras palabras, prefieren no correr riesgos e invertir solo en renta fija.

En segundo lugar, nos encontramos con un perfil moderado. Estos inversores pueden permitirse un poco más de riesgo, pero sin sobrepasar el límite. Prefieren mantener la mayor parte de su capital en instrumentos de renta fija, pero apuestan por ganar un poco más poniendo un determinado porcentaje, que varía de un inversor a otro, en instrumentos de renta variable de compañías muy líquidas para obtener mayor rentabilidad. Y lo hacen con mucha precaución. Son los que más se preocupan por analizar la gestión del riesgo en sus inversiones.

En tercer lugar, tenemos un perfil agresivo que busca la mayor rentabilidad asumiendo más riesgo, ya que coloca una gran parte de su capital de inversión en instrumentos de renta variable. Por lo general, son personas jóvenes, solteras y con altos ingresos procedentes de distintas actividades. En el caso de que se preocupen por la gestión del riesgo de sus inversiones, pagan por el asesoramiento al respecto.

Así que la gestión del riesgo de las inversiones dependerá de tu perfil como inversor y del riesgo que estés dispuesto a aceptar. 

Tipos de riesgos financieros

A continuación, podemos destacar los siguientes tipos de riesgos financieros:

• Riesgo de mercado: se refiere al que afecta directamente al mercado, independientemente de las empresas en las que se invierta. Por ejemplo, son sucesos que han provocado tiempos de crisis para muchos países. Además, el riesgo de mercado puede denominarse “volatilidad”, lo que significa la rapidez y la magnitud de los cambios en los precios del mercado.
• Riesgo de tipo de interés: se trata del riesgo asociado a los movimientos en contra de los tipos de interés. 
• Riesgo de cambio: es el riesgo asociado a las variaciones de valor en las divisas.
• Riesgo de crédito: en este caso se trata del apalancamiento, que consiste en invertir un dinero que no se tiene. 
• Riesgo de liquidez: se refiere al riesgo de que la empresa que vendió las acciones, por ejemplo, no tenga la liquidez suficiente para pagar al inversor.
• Riesgo operativo: es la posibilidad de sufrir pérdidas financieras debido a los fallos, movimientos del mercado, las tendencias, los procesos, la falta de personal etc.
• Riesgo sistemático: es el tipo de riesgo afecta al mercado entero. Estos son algunos ejemplos del riesgo sistemático: desastres naturales, inflación o cambios en las tasas de interés.
• Riesgo país: este riesgo está asociado a las relaciones políticas y comerciales con otros países, que tanto pueden aumentar como reducir el riesgo de las operaciones. 

Pirámide de riesgo de la inversión

Para clasificar tus activos en función de su nivel de riesgo puedes aplicar la pirámide de riesgo de las inversiones que se divide en tres partes:

• La base: se trata de la parte segura de la pirámide que fundamenta el resto. Aquí es donde el inversor puede colocar la mayor parte de su capital de inversión en activos de bajo riesgo y una rentabilidad fiable.
• La parte central: esta parte está formada por inversiones con un nivel de riesgo moderado en función del tipo de instrumento, la empresa en la que se invierta, etc. Conviene señalar que este tipo de rendimientos son más arriesgados que los de la base de la pirámide, pero serán bastante seguros.
• El pico de la pirámide: es la parte superior que se compone de las inversiones de mayor riesgo. En este tipo de inversiones, recomendamos utilizar dinero que puedas perder sin causar problemas financieros. No obstante, en caso de que el estudio de mercado resulte exitoso, los beneficios serán mucho mayores. 

En conclusión, es fundamental comprender que la rentabilidad y el riesgo son directamente proporcionales, por lo que muchos inversores cometen el error de actuar de forma impulsiva y entusiasmarse con una previsión que a veces al final no sale bien. Por esta razón, la gestión del riesgo en las inversiones es uno de los aspectos más importantes a la hora de proteger tu dinero invertido.