Escocia prohíbe WhatsApp y otras apps de mensajería en móviles gubernamentales
El Gobierno escocés ha actualizado su política de uso de tecnología para prohibir las aplicaciones de mensajería móvil como WhatsApp, Signal o Telegram en los dispositivos oficiales.
Esta decisión llega tras una revisión independiente liderada por Emma Martins, ex comisionada de protección de datos de las Islas del Canal, y tiene como objetivo reforzar la seguridad, la transparencia y la trazabilidad de las comunicaciones internas.
La nueva norma, en vigor desde el 20 de junio, establece que ningún empleado público —incluidos ministros, asesores, contratistas o altos cargos— podrá utilizar apps externas de mensajería ni canales no corporativos en sus móviles de trabajo.
Únicamente se permitirán excepciones temporales en áreas críticas, como equipos de emergencias o seguridad nacional, y únicamente hasta finales de este año.
Esta decisión está directamente relacionada con las conclusiones de la investigación sobre la gestión de la pandemia, donde se evidenció que varios altos cargos —incluidos la ex ministra principal Nicola Sturgeon y el ex viceprimer ministro John Swinney— habían eliminado mensajes relevantes enviados por WhatsApp durante la crisis sanitaria. La imposibilidad de acceder a esos datos obstaculizó el trabajo del comité investigador.
Kate Forbes, actual viceprimera ministra, ha señalado que esta medida pretende garantizar que todas las comunicaciones oficiales queden registradas y sean auditables conforme a los estándares de transparencia.
Según Forbes, el uso masivo de estas aplicaciones durante la pandemia se debió a la urgencia del trabajo remoto, pero ahora se impone una “reorientación hacia canales corporativos más seguros”.
Una tendencia global
Escocia no es el único territorio que ha tomado medidas para limitar el uso de apps de mensajería en entornos gubernamentales. Estos son otros ejemplos:
- En países como EE.UU, organismos como el Departamento de Estado, la NASA o el Pentágono tienen normativas estrictas para restringir el uso de herramientas no oficiales, permitiéndolo solo bajo condiciones controladas y con obligación de archivo de los mensajes.
- En Australia, la policía del estado de Nueva Gales del Sur prohibió el uso de WhatsApp a sus agentes para evitar filtraciones y reforzar la rendición de cuentas.
- La Unión Europea también ha mostrado preocupación por los riesgos de ciberseguridad: Bélgica, Dinamarca, Francia y Estonia, entre otros, han vetado TikTok en dispositivos gubernamentales desde 2023.
- Asimismo, en Canadá, también se ha limitado el uso de apps como WeChat por motivos de privacidad.
- India, por su parte, ha desarrollado su propia app gubernamental, llamada Sandes, para sustituir el uso de mensajería comercial en el ámbito oficial.
Por seguridad y por deber institucional
Las razones que justifican este tipo de decisiones suelen ser comunes: por un lado, la seguridad, ya que muchas de estas apps están gestionadas por empresas privadas extranjeras y pueden suponer riesgos de filtración; por otro, la transparencia, porque se dificulta la preservación de comunicaciones relevantes si se usan canales no regulados.
Además, el cumplimiento de normativas de gestión documental y acceso a la información pública requiere que todos los intercambios oficiales queden registrados de forma verificable.
Escocia, con esta medida, se suma a un movimiento cada vez más extendido: recuperar el control de las comunicaciones oficiales en tiempos donde lo urgente no debe atropellar lo institucional. Una decisión que, previsiblemente, otros gobiernos europeos podrían imitar.