Cómic: El peligro de educar solo a base de apps
Hace algunos años no necesitábamos de agendas ni de mapas y aún menos de dispositivos tecnológicos para hacer sus funciones. Teníamos memorizados de cabeza los números de teléfono y direcciones de nuestros amigos y familiares, recordábamos sus fechas de cumpleaños y conocíamos los nombres de las calles de la ciudad por las que pasábamos cada día. Pero las cosas han cambiado. Ya no nos hace falta usar tanto la cabeza, porque tenemos pequeños cerebros externos en el bolsillo.
Esta viñeta de Deligne incide en esa idea. En muchos casos simplemente damos a nuestros hijos smartphones o tablets en lugar de potenciar su imaginación, sus capacidades para pensar y hacer cosas por sí mismos. En vez de fomentar su autonomía, su creatividad o su iniciativa, les hacemos dependientes de la tecnología. Y puede llegar un momento, en que los únicos recursos que busquen sean los que encuentren en la App Store o Google Play. Exagerado, quizás, pero bastante probable y muy preocupante.
Juanrrison Ford
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