El Gobierno reivindica una IA soberana, abierta y sostenible a través de ALIA

España quiere jugar un papel propio en la carrera global de la inteligencia artificial y hacerlo desde una premisa clara: la soberanía tecnológica, la diversidad lingüística y el código abierto como palancas estratégicas.

Este ha sido el mensaje central del evento online Impulsando el ecosistema de IA en España, organizado en el marco del Plan de Algoritmos Verdes y que ha reunido a responsables institucionales, centros de investigación y actores del ecosistema tecnológico.

La sesión ha arrancado con la intervención de María González Veracruz, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, quien ha defendido que el desarrollo de la IA solo tiene sentido “si sirve para romper brechas” y si se concibe como una revolución liderada por y para las personas.

En ese contexto, González ha subrayado el papel que ha jugado el impulso político del Gobierno para que España cuente hoy con una infraestructura pública como ALIA (Asistente Lingüístico de Inteligencia Artificial), el gran proyecto nacional de modelos de lenguaje.

Según ha explicado, ALIA es fruto de un esfuerzo colectivo que combina conocimiento, insistencia y trabajo continuado por parte de la comunidad científica y tecnológica. En esa línea ha recordado que iniciativas previas como el proyecto ILENIA ya han permitido generar distintos modelos en castellano y en lenguas cooficiales, una línea que – ha asegurado- irá ganando peso con el tiempo.

La secretaria de Estado de Digitalización ha situado el desarrollo de la IA como un vector de soluciones transversales, desde la lucha contra el cambio climático hasta la aparición de nuevas profesiones y ha afirmado que España “está haciendo los deberes” para afrontar esta transformación. No solo desde la digitalización, sino también desde la sostenibilidad. De ahí el nacimiento del Plan de Algoritmos Verdes, que pone el foco en el elevado consumo de recursos asociado a la IA y en la necesidad de avanzar hacia centros de datos más eficientes y sostenibles.

“Nos hemos convertido en un referente en energía verde, pero tenemos que ser también un referente en digitalización verde”, ha apuntado, destacando el papel de los emprendedores españoles en el desarrollo de soluciones de IA más sostenibles y eficientes, algo que hace apenas dos años parecía difícil de justificar y que hoy cobra pleno sentido.

Uno de los anuncios más relevantes de la mañana ha sido la apertura de una nueva versión del modelo con 40.000 millones de parámetros, concebida como infraestructura pública al servicio de desarrolladores y organizaciones. Se trata de un salto significativo respecto a versiones anteriores, no solo por tamaño, sino por su enfoque: cerca del 40% del entrenamiento está basado en castellano y lenguas cooficiales, reforzando la diversidad lingüística y cultural.

La secretaria de Estado ha insistido en que el objetivo no es competir con los grandes modelos comerciales globales, sino “ser fuertes en lo nuestro”, reforzando la soberanía tecnológica europea y valores como la privacidad y la seguridad. ALIA, ha recalcado, es un proyecto abierto y en evolución constante, que nació con vocación pionera y que hoy empieza a encontrar reflejo en iniciativas similares a nivel europeo, como Open Europe LLM.

No es solo cuestión de lengua, sino también de valores

La visión institucional se ha complementado con la intervención de Cristian Cantón, investigador del Barcelona Supercomputing Center, una de las piezas clave en el desarrollo técnico de ALIA. Cantón ha defendido la necesidad de disponer de modelos soberanos de lenguaje, especialmente en un contexto marcado por la explosión de la IA generativa.

Desde su experiencia previa en grandes tecnológicas, ha subrayado que muchos modelos globales apenas cuentan con un corpus significativo en español, lo que limita no solo la comprensión del idioma, sino la capacidad de “pensar” con los valores, referencias e idiosincrasias propias de la lengua. “No es lo mismo entrenar un modelo en castellano que traducir uno ya existente”, ha apostillado, apuntando además a la dimensión cultural que comparten España y América Latina.

Cantón ha defendido que desarrollar modelos propios permite respetar mejor los marcos regulatorios europeos, como el RGPD, y controlar todo el ciclo de vida de la tecnología: desde los datos utilizados hasta las actualizaciones o la mitigación de errores. En un escenario en el que la IA puede convertirse en un componente crítico de la administración y las instituciones, disponer de modelos propios refuerza la resiliencia y reduce dependencias externas.

El investigador también ha puesto el acento en la transferencia real de la investigación a la sociedad. “ALIA no es solo un resultado científico, es un producto”, ha afirmado, insistiendo en la necesidad de que la ciencia tenga impacto tangible y se traduzca en soluciones útiles, sostenibles y responsables. En ese sentido, ha recordado que ALIA supone un esfuerzo coral, abierto a incorporar nuevos actores y a evolucionar a partir del feedback de usuarios y desarrolladores.

SoberanIA

La primera mesa redonda, centrada en la soberanía en la era de la inteligencia artificial, reforzó muchas de estas ideas. Desde distintos ángulos -academia, empresa y administración- se insistió en que la soberanía digital no implica aislamiento, sino capacidad de decidir, gobernar y comprender las tecnologías que se utilizan. Los modelos abiertos aparecieron como un elemento clave para fomentar la colaboración, la innovación y una gobernanza digital efectiva, además de facilitar la transferencia de conocimiento y la creación de startups.

El debate también ha puesto sobre la mesa retos estructurales como la dependencia de infraestructuras cloud externas, la fuga de talento o la necesidad de proyectos atractivos que permitan retener investigadores en Europa. Frente a ello, iniciativas como ALIA se han presentado como una oportunidad para articular un ecosistema más fuerte, cooperativo y alineado con los valores europeos.

Con ALIA y el impulso a los modelos abiertos en castellano y las lenguas cooficiales, España busca no solo subirse a la ola de la inteligencia artificial, sino hacerlo con identidad propia, visión a largo plazo y una apuesta clara por la soberanía tecnológica y la sostenibilidad.

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Alberto Payo

Periodista especializado en tecnología y cultura. Co-fundador y responsable editorial de Applicantes. Colaborador de Forbes, SINC, Escudo Digital y laBerrea89. Amante de la fotografía, el cine, los comics, los viajes y el buen humor.
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