Kala: “Me di cuenta de que faltaba algo tan básico como una aplicación dedicada a la menopausia”
La menopausia es una etapa natural en la vida de cualquier mujer. No es una enfermedad, pero sí un periodo de transición que provoca una serie de síntomas físicos y emocionales que acaban afectando a la calidad de vida de la mayoría de las mujeres. Sin embargo, pese a su prevalencia, todavía son muchas las personas que se adentran en la menopausia sin saber ni a qué se enfrentan ni cómo abordarla. ¿Hasta hoy?
Kala se define como la primera aplicación en español dedicada al acompañamiento integral de la mujer durante la perimenopausia, la menopausia y la postmenopausia. Es un proyecto de Talia Leibovitz, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), con la colaboración de la empresa especialista en proyectos de salud digital QUALUD.
Tras dos años en desarrollo, Kala vio la luz a principios de 2024 en la última edición de Mobile World Congress. Desde entonces, está disponible en Android e iOS y, este verano, fue reconocida como uno de los ocho proyectos finalistas de la última edición de SpinUOC.
De todo ello hemos hablado con su creadora.
– ¿De dónde nace la idea de crear una aplicación como Kala?
– Lo cierto es que empecé a pensar en el tema después de la maternidad. Fui madre hace 9 y 6 años y necesité mucha ayuda. Me sentí muy sola y me preguntaba cómo era posible que nadie me hubiera hablado de ciertas cosas que me estaban pasando. Acabé encontrando algunos grupos de ayuda y también algunas aplicaciones que me parecieron súper interesantes, aunque era un poco tarde para mí, porque yo ya estaba metida de lleno en esa etapa.
El tiempo fue pasando, y empecé a sentir y ver a mi alrededor que venía otra etapa, la menopausia, y me di cuenta de que, de nuevo, no sabíamos nada sobre ella. O por lo menos, yo, porque nunca lo había hablado con nadie. Y, además, para mí era un sinónimo de vejez.
De ese no saber y de ver que es algo que se nos viene a todas, inevitablemente, surgió la idea. Empecé a mirar qué recursos había y me di cuenta que faltaba algo tan básico hoy en día como una aplicación dedicada a la menopausia en español.
– Porque sí que hay algunos portales web, especialmente de asociaciones de ginecología y de menopausia, y también alguna aplicación con funcionalidades para menopausia en otros idiomas, como inglés o francés… ¿Qué aporta Kala que la haga diferente?
– Hay otro tipo de recursos e información. De hecho, hoy en día, el problema no es la falta de información, sino que hay mucha información, pero no toda realmente contrastada. O sea que hay que saber cómo distinguir cuál sí, cuál no. La idea es poner un poco de orden y tener recursos que nos ayuden en un solo lugar.
En lo que se refiere a otras aplicaciones, en todos los idiomas, vemos que, por lo menos, hay una que abarca algún aspecto específico de la menopausia. Sin embargo, no hay ninguna, o por lo menos no la hemos encontrado, que tenga una aproximación holística a la menopausia y que englobe los distintos tipos de enfoques que existen para tratar la menopausia, que son muchos, desde los basados en la terapia hormonal —que no es para todas— hasta los centrados en suplementos naturales o en la alimentación. Lo que a nosotros nos parece importante es entregar todo el abanico de información a la mujer para que pueda tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y sobre cómo transitar y pasar por esta por esta etapa de su vida.
– ¿Y por qué elegisteis el formato app para dar este servicio y dirigiros a este público?
– Hay quien puede pensar que las mujeres con menopausia son “viejas” y que los móviles no están presentes en su consumo y su práctica diaria, pero hoy en día es muy poca la población que no tiene móvil. Es verdad que es infinitamente más caro desarrollar una aplicación que una web, pero para aquello que tiene que ver con prácticas cotidianas nos es más fácil usar una app.
Por otro lado, es también una visión a futuro: todas las mujeres que ya usan calendarios menstruales como una herramienta básica para monitorear su salud, van a llegar a la menopausia y, el día que lleguen, tendrán una una aplicación que dará continuidad a su práctica diaria de uso de herramientas digitales.
Además, cuando una tiene un sofoco, es una cosa inmediata. O sea, lo tiene en ese momento y es entonces cuando tiene que registrarlo e intentar calmarlo, por ejemplo, con una meditación. Pues eso ya está en el móvil que llevamos siempre en la mano.
– ¿En qué punto de desarrollo se encuentra Kala? ¿Qué tipo de servicios ofrece en estos momentos?
– Ahora mismo está activa la Menopedia, que es un banco de recursos gratuitos con información sobre síntomas, etapas y tratamientos. Están disponibles nuestra comunidad, es decir, el espacio para compartir experiencias y ver cómo le ha ido a otras mujeres, como una especie de red social, y el tracker, una herramienta de monitoreo, en la que yo voy introduciendo mis síntomas. Y, por último, a través de la aplicación ofrecemos también consultas con médicos y especialistas en distintos temas relacionados con la menopausia (no solamente ginecología, sino nutrición, fisiología, psicología, etc.).
– ¿Cómo funciona esa tracker?
– Tenemos como antecedente los clásicos calendarios menstruales, que son súper interesantes y que han hecho un trabajo muy bueno al poner a disposición de las mujeres recursos para entender la salud femenina menstrual. Pero estas aplicaciones están muy enfocadas en la ovulación y en la fertilidad y llegamos a un punto en que la ovulación y la fertilidad ya no son tan importantes. Necesitamos herramientas que se adecuen a los síntomas que van asociados a esta nueva etapa y no al proceso anterior. Por eso, desarrollamos una herramienta de monitoreo basada en la sintomatología específica de la menopausia.
Esto nos ayuda a seguir la evolución del proceso, ya que los datos del tracker se almacenan en un historial clínico que da una visión general de los síntomas y su evolución a lo largo del tiempo.
Hay una función de informe médico, que es de pago, a través de la que, si la usuaria lo desea, puede recibir en su correo una gráfica con esa información que puede mostrar a su médico. De hecho, un médico también podría dar de alta a sus pacientes como usuarias y, desde ahí, hacer seguimiento e ir ajustando el tratamiento en función de la variabilidad de los síntomas.
Y, además, tenemos alertas. Si, según tus datos, nos damos cuenta de que llevas tres semanas con mucho dolor de cabeza, te llegará un aviso para que consultes con un médico. O si vemos que a cierta hora tienes muchos sofocos, te podemos hacer recomendaciones para mejorarlos.
– Estamos hablando todo el tiempo de información personal muy sensible, ¿Cómo gestionáis esta parte?, ¿qué complejidad tiene y cómo garantizáis la seguridad?
– Si hubiéramos tenido esta conversación hace unos años, te habría dicho que era un reto, pero hoy en día está todo súper regulado y la seguridad y privacidad de los datos es lo primero al trabajar con este tipo de proyectos. Nosotros, como empresa, seguimos unos protocolos que ya están muy institucionalizados y que son los mismos que siguen todas las empresas que trabajan con datos de salud de usuarios.
– Además de esa parte de privacidad, ¿Qué otros desafíos os habéis encontrado por el camino?
– El principal tiene que ver con la naturaleza misma de la menopausia. Se trata de una etapa de salud muy cambiante, y la extrema variabilidad de lo que estamos midiendo ya es un reto. Por eso, estamos trabajando en algoritmos de inteligencia artificial que nos ayuden a mejorar la detección y la prevención del entorno de salud en mujeres que están en la menopausia. Lo que nos está llevando más tiempo y más trabajo en términos de desarrollo es mejorar la capacidad predictiva de la aplicación.
– ¿Cómo se garantiza la sostenibilidad de un proyecto de estas características? ¿Cuál es vuestro modelo de negocio y financiación?
– Tenemos dos modelos de financiación. Por un lado, el modelo clásico B2C, freemium, con suscripción a contenidos de pago, que todavía no está habilitado, pero que ya está bastante avanzado. Y, por otro lado, tenemos un B2B. Se llama Kala Research y ahí Kala es una herramienta de investigación para instituciones científicas, farmacológicas, quizás de marketing e incluso para alguna mutua o aseguradora, como un servicio anexo a sus aseguradas. En este caso, proporcionamos la plataforma en la que se recoge la información de las usuarias que precisa esa investigación, por ejemplo, a través de un tracker adaptado a cada estudio. Ya estamos trabajando en las primeras investigaciones.
– Más allá de los servicios que ya están en marcha, ¿tenéis previsto añadir funcionalidades adicionales? ¿Qué podemos esperar de Kala en los próximos meses?
– No está disponible todavía toda la parte de los tests de progresión de la menopausia, ni los informes médicos, pero estamos ya trabajando en ello para una segunda versión. Los próximos pasos se centrarán en acciones de difusión para llegar a más mujeres (Kala tiene unas 120 usuarias hasta la fecha) y en abrir una pequeña ronda de financiación en primavera para ampliar tanto las funcionalidades de la app como su alcance.