Ghostrunner 2: ¿No querías té? Pues toma dos tazas
¿Sabes cuando algo es bueno, divertido, le metes un par de mecánicas nuevas y triunfa? Pues esta es tu secuela.
Ghostrunner 2 arranca exactamente al final del primer título, el cual, si no has visto o jugado, te recomiendo ‘desinteresadamente’ en esta review.
La historia se centra justamente donde acabó el anterior, con la rebelión de la humanidad frente a las grandes macro corporaciones. Ya sabes, el argumento de cualquier historia cyberpunk, pero añadiendo ahora esa parte de existencialismo, la cual, no te voy a resumir para evitar spoilers.
Ahora Jack, se tiene que enfrentar al caos y al desgobierno del mundo frente a sus camaradas de la rebelión. Y aquí viene la primera gran mejora. El poder interactuar con otros NPCs.
Todos se reúnen ahora en una sala común o nexo -como prefiramos llamarlo- donde podremos no solo hablar con ellos, sino aceptar sus misiones y adentrarnos un poco más en el Lore de esta saga, bien mediante conversaciones o a través de examinar objetos e informes que vayamos recogiendo por el mapa.
Y es que este nuevo Ghostrunner esconde secretos en los niveles que permiten enterarse de qué pasó con el mundo antes de nuestra llegada y, además, cuenta con opciones de mejora para Jack. Porque sí, ha llegado el árbol de talentos.
Ahora podemos ajustar nuestra ‘build’ a nuestro estilo de juego, combinando chips que permiten adquirir habilidades, ya sea de impulso, velocidad o combate, en función de la clase de speedrun que queramos hacer.
Todos estos chips y actualizaciones se encuentran repartidos por los escenarios. Se pueden conseguir simplemente recogiéndolos o superando pequeños desafíos cronometrados que encontramos por cada nivel.
En una relación abierta
Por último, en cuanto a las mejoras, hay que detenerse en su mundo semi abierto. No deja de ser un juego lineal, con un rumbo preestablecido, pero ahora hay niveles ‘abiertos’ al exterior que nos transmiten esa sensación de estar en un mapa realmente vasto, dentro de una megacity asombrosa, la cual, sinceramente, nos da ganas de explorar.
Y para recorrer este increíble mapa, tenemos la motillo.
La motillo es la forma de movernos entre grandes distancias, pero no solo eso. Hay niveles específicos para ella donde la jugabilidad será la misma, donde podemos matar enemigos mientras superamos obstáculos y puzzles (y de forma aún más frenética que yendo a pie).
Como dije en el anterior análisis, este también es un juego para quien le gusten los desafíos y superarse a si mismo.
En cuanto al tiempo que deberás echarle a Ghostrunner 2, el intervalo varía según la habilidad de cada uno, pero yo estimaría una duración media de 6 horas.
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Pedro Aranda
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