Bel apuesta por clases particulares personalizadas desde el móvil
Muchas familias viven septiembre y octubre como una segunda cuesta de enero. No solo hay que lidiar con los uniformes, los libros de texto o las mochilas nuevas: también toca pensar en cómo reforzar a los peques en aquellas asignaturas que se atragantan. Es en ese momento cuando las aplicaciones de clases particulares comienzan a ganar descargas y a aparecer en las conversaciones de padres en la puerta del colegio.
Entre esas opciones se encuentra Bel, una plataforma española que intenta diferenciarse de otras con una mezcla interesante de tecnología, personalización y un toque muy humano.
Bel se presenta como una comunidad en la que confluyen estudiantes, familias y profesores. Su propuesta no es simplemente poner en contacto a unos con otros, sino acompañar el proceso de aprendizaje con seguimiento real.
Desde su app, disponible en iOS y Android, los padres pueden acceder a informes semanales, ver resúmenes de lo trabajado en cada clase, conocer las dificultades detectadas y los avances conseguidos. La idea es dar transparencia a algo que habitualmente queda encerrado entre el profesor particular y el alumno.
Mediante esta aplicación se pueden contratar u ofrecer materias como Matemáticas, Física, Química, Inglés, Lengua, Historia, Geografía e Idiomas.
Clases presenciales solo en grandes ciudades
De momento, las clases presenciales se limitan a Madrid y Barcelona, aunque para el resto de España se ofrece la modalidad online. El registro es sencillo y los precios parten desde los 15 euros por sesión, con la posibilidad de contratar packs o suscripciones de varios meses.
La empresa promete además que, si el profesor asignado no encaja con las necesidades del estudiante, lo sustituyen sin coste adicional. Ese compromiso forma parte de su esfuerzo por garantizar calidad y confianza.
Uno de los puntos más singulares de Bel es la figura del coordinador de estudio. No es habitual encontrarla en otras apps similares. Este rol actúa como intermediario entre la familia y el profesor, velando por que todo vaya bien y resolviendo incidencias.
A ello se suma BelKit, una propuesta paralela con talleres de técnicas de estudio, preparación de exámenes o gestión emocional, pensada para reforzar competencias que van más allá de las matemáticas o la lengua.
Aunque en la App Store luce un brillante 5 sobre 5, la realidad es que esa nota procede de muy pocas reseñas, lo que invita a esperar a que la base de usuarios crezca para obtener una foto más real.
En Google Play, la aplicación ya suma más de 5.000 descargas, pero también carece de un volumen alto de comentarios. Lo positivo es que los desarrolladores mantienen la app con actualizaciones frecuentes, corrigiendo errores y puliendo la experiencia.
Bel todavía tiene por delante el reto de escalar sin perder cercanía. No es sencillo mantener la promesa de un servicio tan personalizado si el número de familias se multiplica rápido. Tampoco juega a su favor que lo presencial solo esté disponible en dos grandes ciudades. No obstante, si consigue sostener la calidad que promete y expandirse sin perder el toque humano, puede convertirse en un referente en un sector donde escasean las soluciones que ponen al alumno en el centro de verdad.
Juanrrison Ford
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