La tecnología se apunta a la lucha contra la violencia machista
Tras la polémica sentencia del juicio contra La Manada como se puede constatar en este editorial del diario elpais.com, gran parte de la sociedad se ha movilizado con el objetivo de pedir leyes más justas para las mujeres. Mientras el debate se da en la calle, la televisión y en otros medios de comunicación, la violencia de género continúa cobrándose miles de víctimas al año en nuestro país. El gobierno ha anunciado que revisará la tipificación de los delitos sexuales en el código penal, un proceso comúnmente largo que, mientras tanto, deja a muchas posibles víctimas desprotegidas ante la violencia machista.
Internet y la variada tecnología de la que disponemos actualmente puede servir de gran ayuda para luchar contra la violencia de género. Y una prueba de ello son las aplicaciones que se han creado sobre todo en los últimos tiempos para que las víctimas tengan por ejemplo la posibilidad de liberarse de una relación sentimental con maltrato, o para saber en qué zonas y barrios se han producido agresiones. Otros usos de estas aplicaciones están más centradas en ciertas medidas de seguridad individuales para navegar por Internet, como la navegación en modo oculto, la limpieza de las cookies o el borrado del historial del navegador.
Entre las aplicaciones que se han desarrollado durante los últimos años para combatir las agresiones sexuales, nos llama la atención Viomapp, creada por Joaquín Vázquez, a quien entrevistamos para conocer un poco más sobre esta interesante idea. Viomapp funciona como un mapa en el que se muestran agresiones que han ocurrido en la ciudad elegida, registradas de forma anónima por parte de los usuarios con una pequeña descripción de la agresión, la fecha, la hora y el nivel de alerta que el afectado crea conveniente.
Por otra parte, están apareciendo en el mercado gadgets y complementos inteligentes – no, no es necesario llevar un spray de pimienta en el bolso como posible arma – para prevenir y evitar las agresiones. Un grupo de investigadores del MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets) ha desarrollado una pegatina inteligente: Intrepid. Este adhesivo, imperceptible para los posibles agresores, se coloca en la ropa íntima de los usuarios, y aprende la manera en que estos se quitan la prenda. De esta forma, Intrepid registra los movimientos y podrá identificar una forma brusca o violenta en el futuro. La pegatina tiene un sensor que pitará en caso de que identifique una forma agresiva de quitar la prenda. Si se trata de una falsa alarma, el usuario puede apagarla a través de su teléfono en 20 segundos; en caso contrario, Intrepid enviará un mensaje de alerta a cinco contactos del usuario.
Estos son solo algunos ejemplos de aplicaciones y dispositivos que tal vez puedan funcionar como hervidero de ideas para lanzar una aplicación propia para apoyar esta causa. Si la duda es qué tipo de aplicación es más adecuada para este fin, esta relación que ofrece la guía digital de 1and1 puede ser un buen comienzo. El objetivo al menos es claro: ayudar a combatir las agresiones sexuales, no solo a mujeres, sino también a menores, ancianos o personas que no puedan hacer frente a una situación de abuso. Sin embargo, aunque la tecnología puede apoyarnos en la lucha contra la violencia de género, como sociedad debemos hacer frente al problema de fondo: plantearnos un modelo legislativo y educativo para que las agresiones de este tipo y la cultura de la violación sean, algún día, un problema del pasado.
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